jueves, 18 de septiembre de 2008

Otro adiós

Jueves. 7 de agosto. Calor. Un teléfono que suena en el bochorno de la tarde.
Adiós, "mi señorita". Y a tantas cosas a la vez....
A tantos recuerdos de tantos años que no hay red que los pueda contener... A una sonrisa pícara de medio lado... A un mal humor también querido... A una casa refugio de riñas y peleas maternas... A las vacas de Marquitos... A una colección de miedos interminable... A llamarme Aranzazazu... A hacer un conejo con un pañuelo... A unos cocos que comen narices... A las manzanas cocidas... A las uñas pintadas de rosa nacarado... A un carnet de identidad tan falso como el de una espía... A una coquetería sin edad... A pintar con ceras mis dibujos... A dar sentido absoluto a la palabra "abuela"...
Cuando volvamos a vernos, sea donde sea, retomaremos la vida que nos quedó por vivir.
Hasta ese momento, cuídame desde allí, igual que lo hiciste siempre aquí.
Te quise, te quiero y te querré.
A mi abuela Obdulia que se llamaba Teresa