jueves, 6 de agosto de 2009

El Tour del Sol Naciente




Dos ciclistas japoneses, Fumiyuki Beppu y Yukiya Arashiro, tomaron la salida de la última edición del Tour de Francia. Hasta ahora sólo dos nipones habían corrido esta gran carrera en sus más de cien años de historia: Daisuke Imanaka, que lo intentó en 1996 en el equipo Polti, y el pionero, Kisso Kawamuro, que lo intentó, sin éxito, en 1926 y 1927. Beppu y Arashiro volvieron a la carga, sabiendo que, más que nunca, se hablaría de Japón en el pelotón de la ronda gala. Serían el toque exótico de una carrera que en las últimas ediciones se ha globalizado y acostumbra a poner toques de color entre sus participantes. El año pasado, tres sudafricanos hicieron hablar del continente negro, aunque curiosamente los tres tenían la piel blanca.



Fumiyuki Beppu llegó al Tour 2009 con 25 años, en su segunda temporada en el equipo holandés Skil Shimano, procedente del Discovery Channel, y siendo el doble campeón nacional nipón, tanto en ruta como en crono. Su equipo le seleccionó en su lista de nueve corredores para tomar la salida en Mónaco, algo que no harían ninguno de los tres ciclistas chinos que figuran en su plantilla. Procedente de un país de escasa tradición de ciclismo en ruta pero muy aficionado a la pista, vive a caballo entre su país y Europa, donde reparte su tiempo entre la ciudad francesa de Lyon y la holandesa de Hengelo.



Lo mismo le sucede a Yukiya Arashiro, un año más joven que Beppu, pero también más precoz, puesto que ganó el campeonato japonés un año antes. Además, el ciclista del Bouygues ya ha conseguido una victoria en Europa, la que logró el año pasado en la Vuelta al Limousin. Como Beppu, Arashiro también reside buena parte del año en Francia, sobre todo, durante la temporada ciclista, que prepara en el seno de una formación totalmente gala en la que a base de esfuerzo se ha hecho un hueco.



Y, por fin, reto conseguido porque los dos acabaron la exigente prueba arrivando a París y paseando por los Campos Elíseos su amplia sonrisa. Habían realizado su sueño pero además, habían hecho que Japón entero estuviese pendiente de ellos durante esas tres semanas. Un reportero de Yokohama Media, Shiho Dohi, que había estado en diez ediciones ya, contó como, antes, nadie entendía qué hacía él escribiendo sobre el Tour cuando no había ningún japonés al que seguir. Ahora habían cambiado mucho las cosas: con Beppu y Arashiro, hasta sus padres se habían aficionado al ciclismo, con gestas como la de Arashiro, ocupando el quinto puesto en la 2ª etapa de este año. "Ese día fueron los protagonistas indiscutibles en todo Japón", añade Dohi. "Ojalá algún día tengamos un equipo completamente japonés en el Tour...!" sueña Dohi y con él, un país que adora a sus héroes, vengan de dónde vengan...Enhorabuena a los dos rodantes samurais.