Ayer tuve el placer de deleitarme con la visita al Guggenheim en Bilbao para degustar dos platos fuertes del arte oriental que se han aposentado en nuestra ciudad: Takeshi Murakami, artista japonés que bebe en las fuentes del anime y el manga para pasarlos a letras mayúsculas y Cai Guo-Quiang, artista chino que fue el alma creativa de las ceremonias de los juegos olímpicos de Pekín y que nos induce a una inmersión absoluta en varias de sus espectaculares esculturas.
Los que no hayais ido todavía, corred uno de estos cuatro días que quedan para ver a Murakami (se acaba el domingo) porque no os lo perdonariais nunca: alegría, optimismo, color, luz, arte popular, buen rollo....Ah! y no os paseis las dos salas donde se proyectan dos de sus películas de animación protagonizadas por tres de sus principales personajes: Kaikai, Kiki y el oso "Good Morning". Yo casi no salgo de allí....Hummm!!!! Me encanta el "positive art"!